viernes, 5 de agosto de 2011

Vera dejará afectos y tristeza en el Santa Fe

El hombre que se da el lujo de conversarle y acariciar todos los días a un animal de tres toneladas de peso y 35 años de edad, siente un dejo de tristeza por la pronta partida del ejemplar hacia un hábitat más amplio.

-Cuando la llamo por el nombre, viene hacia mí hasta la barrera y se deja acariciar. Le gusta que le toque la cabeza, el cuello y las orejas, expresa.

Ella es Vera, la rinoceronte del Zoológico Santa Fe, y él es John Jairo Botero Arbeláez, su cuidador y el de otros ejemplares mayores.

Aunque quisiera, no puede tener un contacto más directo con el animal porque -reconoce- "ellos jamás pierden su instinto salvaje".

Por sus cuidados, se intuye que Vera es una de las mimadas del Zoológico, donde todos los días consume 60 kilos de pasto, 30 kilos de zanahoria, 12 kilos de concentrado, una paca de heno y agua a voluntad.

Y por su localización, muy cerca a la puerta de entrada, es el primer asombro que reciben los visitantes, en especial los grupos de niños, que se detienen a contemplar su inmensidad.

"Me hará bastante falta, es de los animales con los que tengo más estímulo. Es muy noble a pesar de su apariencia, aunque también tiene días de enojo", cuenta John Jairo, anticipándose a lo que pasará cuando se vaya.

De paso, al escuchar la conversación, algunos pequeños se apresuran a pedir a sus profesoras que les tomen fotos a su lado.

Vera luce tranquila a mediamañana, cuando se dispone a consumir una de las grandes porciones de alimentos de la jornada.

Y también están tranquilos los conductores de la Sociedad de Mejoras Públicas de Medellín, por la decisión del próximo traslado del ejemplar al Parque Temático Hacienda Nápoles.

Es un proceso de "desprendimiento" del animal, según considera su director ejecutivo, Juan Carlos Montoya, al subrayar que Vera está en muy buenas condiciones de nutrición y de espacio, y que en su nueva casa ganará en lo segundo.

"Aquí está desde 1991 y nunca ha estado enferma", destaca.

Vera, según calculan los biólogos y veterinarios, está por los 35 años, pues cuando llegó joven al Zoológico no se conocía su nacimiento. "Está en un momento propicio para su reproducción", dice.

¿Entonces por qué el traslado? Montoya explica que la Sociedad de Mejoras Públicas construye un plan maestro para transformar el Zoológico, y enfocarlo como un centro de investigaciones educativo y del medio ambiente.

Para consolidarlo, de modo que responda a las necesidades de la región y del país, la entidad hizo una convocatoria a los sectores público, privado y educativo.

El plan también implica un cambio en las especies mayores, que en el caso de la hembra rinoceronte propició un acuerdo con la Hacienda Nápoles, bajo la vigilancia del Área Metropolitana como autoridad ambiental.

El propósito a corto plazo es desarrollar un bioparque con acceso a nuevos espacios, donde habrá posibilidad de realidad virtual. "La idea es combinar los temas de fauna y flora con tecnología", resume el director ejecutivo el plan maestro que se hará por etapas.

Y con su partida, Vera hace visible el proyecto que se gesta a unos dos años.

John, su cuidador, admite que le hará falta acariciarla en las mañanas y decirle:

-Vera, como estás de bonita, te voy a bañar.

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